Muy pocos tipos de cáncer pueden ser identificados tan por adelantado y desde el punto de peligro como el cáncer cervical. El recubrimiento celular de la superficie del cérvix comienza a mostrar cambios visibles bajo un microscopio una década o más antes de que el cáncer invasivo se desarrolle, con tiempo suficiente para un tratamiento definitivo. Por esta razón, un frotis de Papanicolaou regular, realizado e interpretado apropiadamente es uno de los métodos preventivos más efectivos de la medicina.

Las etapas de progreso de un cérvix saludable a cáncer comienzan con lo que se denomina como displasia leve: Alteraciones precancerosas en la estructura y la actividad. Subsecuentemente, las células alteradas se extienden de la superficie del cervix hacia abajo, al tejido subyacente. En las primeras etapas, los cambios cancerosos pueden desaparecer por sí mismos, pero una vez que estas células penetran completamente el recubrimiento, el progreso a cáncer real generalmente ocurre en un lapso de 5 a 10 años.

El tratamiento médico consiste de una espera vigilante para una regresión espontánea durante las etapas tempranas de la displasia y, si no ocurre la regresión, de una extirpación más agresiva del recubrimiento cervical por medio de láser, congelación u otras técnicas. Generalmente estas opciones son exitosas; sin embargo, son invasivas y frecuentemente incómodas.

P1

Se ha asegurado que las diferentes hierbas naturales y los suplementos pueden mejorar las posibilidades de que las primeras etapas de la displasia regresen a células normales. Si su médico le sugiere una espera vigilante y repetir la examinación, intentar algunos de esos métodos durante el período de espera debe ser seguro. Sin embargo, no existe evidencia científica real de que esos tratamientos sean efectivos y en todas las circunstancias la supervisión médica es necesaria para verificar buenos resultados o identificar el fallo. El tratamiento alternativo definitivamente no es aconsejable para la displasia cervical avanzada. Se cree que la deficiencia de

El folato incrementa la facilidad con la que el cáncer cervical se puede desarrollar. Sin embargo, no parece que el tomar folato adicional revierta la displasia cervical una vez que ésta ha ocurrido.1,2

Indol-3-carbinol (I3C) es una sustancia encontrada en los vegetales de la familia del brócoli. Un pequeño ensayo de doble-ciego, controlado por placebo descubrió evidencia de que el I3C en dosis de 200 ó 400 mg por día puede mejorar las probabilidades de que la displasia cervical regrese a la normalidad por si misma.3

Los estudios han descubierto que las mujeres con displasia cervical tienden a mostrar alta frecuencia de deficiencias nutrimentales generales, tan alta como el 67% en una encuesta.4 Las deficiencias particulares de vitamina asociadas más de cerca con la displasia cervical incluyen betacaroteno, vitamina C, vitamina B6, selenio y, como se mencionó previamente, folato.5,6 Por tanto, para mejorar la nutrición general, probablemente tenga sentido que las personas con displasia cervical tomen un multivitamínico y suplemento mineral. Sin embargo, un estudio doble ciego controlado por placebo de 141 mujeres descubrió que ni la vitamina C ni los suplementos de betacaroteno tomados a diario en dosis de 500 mg y 30 mg, respectivamente, podrían revertir la displasia cervical.7 También se vieron resultados negativos en estudios que investigaron el betacaroteno por sismo mismo.8,9,10

Algunos practicantes de la medicina herbolaria sienten que una clase de hierbas conocida como emenagogos puede ser útil en la displasia cervical. Estas incluyen la hierba tora, agripalma, raíz de unicornio, unicornio falso, cimicifuga y cardo bendito. Sin embargo, no existe evidencia significativa que indique que cualquiera de esas hierbas son efectivas para la displasia cervical.

El uso vaginal de la hormona DHEA (dehidroepiandrosterona) ha sido sugerido para el tratamiento oportuno de displasia cervical,11 pero estudios controlados aún no han sido reportados.