Image for menopause article Aunque muchas mujeres de cierta edad quienes experimentan síntomas como piel reseca, cambios en el estado de ánimo, insomnio, y periodos menstruales irregulares podrían llegar a la conclusión de que están relacionados con la menopausia, es posible que sus síntomas en realidad sean a causa de hipotiroidismo, una condición causada por una glándula tiroides muy poco activa. La tiroides, una glándula en forma de mariposa en el cuello, podría ser pequeña, pero es una verdadera fuente de poder cuando se trata de producir y regular las hormonas que afectan cada célula en su cuerpo.

Debido a que muchos de los síntomas de perimenopausia (el periodo de tiempo previo al periodo menstrual final de una mujer) y el hipotiroidismo se sobreponen, the American Association of Clinical Endocrinologists (AACE) está preocupado de que muchas mujeres tratadas para síntomas perimenopáusicos en realidad puedan tener hipotiroidismo no diagnosticado.

Existen varias razones por las cuales los síntomas de hipotiroidismo podrían identificarse como síntomas de menopausia:

  • Los síntomas de hipotiroidismo y de perimenopausia se sobreponen en gran medida
  • La perimenopausia y el hipotiroidismo ocurren frecuentemente en mujeres de rangos de edades muy similares:
    • La perimenopausia podría comenzar tan temprano como a los 35 o 40 años; los síntomas pueden durar hasta la menopausia a los 45-50 años
    • El hipotiroidismo afecta a una de cada ocho mujeres de 35 a 65 años de edad, y a una de cada cinco mujeres mayores de 65 años
  • Los síntomas del hipotiroidismo podrían volverse más pronunciados debido a los cambios hormonales que ocurren durante la perimenopausia

Además, los problemas de la tiroides no diagnosticados son un problema común; algunos expertos estiman que tantas como 15 millones de estadounidenses tienen enfermedad tiroidal no diagnosticada. No todas estas personas tienen síntomas o necesariamente requerirán tratamiento, pro ninguna ha sido diagnosticada con examinación sanguínea. En comparación con los hombres, las mujeres son considerablemente más propensas a tener problemas de la tiroides. Y debido a que el riesgo de desarrollar enfermedad tiroidal incrementa con la edad avanzada, las mujeres de la tercera edad tienen un riesgo particularmente elevado de tales trastornos. La mayoría de mujeres post-menopáusicas con trastornos tiroidales no tendrán síntomas o serán muy sutiles y padecerán una condición conocida como enfermedad tiroidal subclínica. La mayoría de estas mujeres tendrán una condición tiroidal poco activa (hipotiroidismo).

Éste es un punto de controversia. Algunos investigadores creen que el hipotiroidismo, particularmente cuando es subclínico (no está impactando drásticamente en la calidad de vida de una mujer), debería ser cuidadosamente monitoreado, pero no necesariamente tratado. Ésta fue la conclusión de un estudio realizado por Jaeschke y colaboradores en 1996. En este estudio, los investigadores evaluaron una variedad de parámetros de calidad de vida y lípidos sanguíneos en 37 mujeres con hipotiroidismo subclínico que fueron asignadas aleatoriamente a recibir ya sea placebo o terapia de reemplazo de tiroides. De acuerdo con Jaeschke y colaboradores, el grupo que recibió el reemplazo de tiroides no mostró mejoría clínica considerable en la calidad de vida o en parámetros de lípidos en suero, cuando se comparó con el grupo que recibió sólo placebo.

Por otra parte, existen quienes creen que no tratar el hipotiroidismo subclínico incrementa el riesgo de una mujer de tener varias complicaciones serias, incluyendo disminución en la función cardiaca, riesgo incrementado de enfermedad de los vasos sanguíneos, y ataque cardiaco. Por ejemplo, en el año 2000, Hak y colaboradores evaluaron a 1,149 mujeres postmenopáusicas para determinar si había una relación entre el hipotiroidismo subclínico y la aterosclerosis aórtica y el infarto al miocardio (ataque cardiaco) en mujeres postmenopáusicas. El estudio concluyó que el hipotiroidismo subclínico es en realidad un fuerte indicio de riesgo de aterosclerosis e infarto al miocardio en mujeres de la tercera edad. Una revisión breve pero extensa de este tema por Dr. Annmarie Ibay y colegas concluyó que aún no hay evidencia suficiente para justificar el tratamiento de la mayoría de mujeres adultas con hipotiroidismo subclínico.

Si usted está experimentando síntomas de hipotiroidismo (como fatiga, pérdida de la memoria, depresión, problemas con el pensamiento) hable con su médico para que ustedes dos puedan determinar si se necesita examinación adicional. Si es así, esto por lo general no requiere más que un sencillo examen sanguíneo para medir el nivel de una sustancia llamada hormona estimulante de tiroides (TSH). Cuando la tiroides está poco activa, los niveles de TSH en la sangre incrementan en un intento por estimular a la tiroides para que sea más activa.

Si usted descubre que tiene hipotiroidismo, descanse segura de que el tratamiento para hipotiroidismo también es relativamente sencillo y por lo general muy efectivo. Una hormona tiroides sintética llamada levotiroxina (Synthroid, Levothroid) puede administrarse por vía oral, por lo general dando como resultado una resolución completa de los síntomas.