Lo básico de la dieta macrobiótica son los granos enteros, verduras frescas cultivadas localmente, vegetales marinos, y frijoles. Además, se permiten frutas de estación, nueces, semillas, y pescado blanco de dos a tres veces a la semana. Esta dieta excluye carne, lácteos, y la mayoría de otros productos de animales, algunas frutas y verduras, y la mayoría de bebidas consumidas comúnmente.

La dieta macrobiótica se volvió popular en la década de 1970. El término "macrobiótica" se refiere a un estilo holístico de vida que enfatice comer y vivir en armonía con la naturaleza para fomentar la salud y la longevidad.

La premisa de esta dieta es que la dieta moderna occidental es la causa de muchas enfermedades, incluyendo cáncer. Los partidarios de la dieta macrobiótica creen que consumir una dieta principalmente vegetariana con alimentos enteros, no procesados, que también sean nativos del entorno de una persona, conllevará a una salud mejorada y mayor felicidad.

Los principales alimentos permitidos con esta dieta son granos enteros y productos de granos, verduras, vegetales marinos, y frijoles. Los alimentos complementarios incluyen pescados y mariscos, frutas, verduras, y bocadillos. La composición convencional de la dieta macrobiótica es:

  • 50%-60% granos enteros
  • 25%-30% verduras
  • 5%-10% sopas
  • 5%-10% frijoles y vegetales marinos

Alimentos recomendados en la dieta macrobiótica

Estos son ejemplos de alimentos que se recomiendan para su consumo regular y ocasional, así como alimentos que se deberían evitar. Para obtener listas más completas de los alimentos que se permiten en esta dieta, incluyendo aceites, sazonadores, y condimentos, diríjase al libro La Manera Macrobiótica.

Granos Enteros

  • Para consumo regular: cebada, arroz integral (de grano corto y mediano), trigo negro, maíz, mijo, avena, centeno, trigo, otros granos de cereal entero
  • Para consumo ocasional: fideos de trigo negro (soba), arroz integral (de grano largo), bulgur, sémola de maíz, harina de maíz, trigo inflado, pasteles de arroz, tortillas, galletas saladas de trigo entero, pasta de trigo entero
  • Para evitar: cualquier cosa hecha con levadura, productos horneados que contengan productos lácteos, cereales refinados, productos de harina blanca

Verduras

  • Para consumo regular: calabaza bellota, col china, brócoli, col de Bruselas, calabacines, zanahorias, coliflor, cebollines, raíces y hojas de diente de león, col verde y china, kale, puerros, perejil, chirivía, calabaza, rábanos, colinabos, cebolletas, nabos, berros
  • Para consumo ocasional: retoños de alfalfa, betabel, apio, elotes, pepino, lechuga iceberg, champiñones, lechuga romana, champiñones shiitake, arvejas, ejotes, calabacines, acelga suiza, castañas de agua
  • Para evitar: espárragos, aguacate, berenjena, hinojo, pimientos verdes, plátanos, papas, pimientos rojos, espinacas, camotes, tomates, ñames, zucchini

Vegetales Marinos

  • Recomendados: agar-agar, arame, dulse, musgo irlandés, kelp, kombu. nori, wakame

Frijoles y Productos de Frijoles

  • Para consumo regular: frijoles aduki, garbanzos, lentejas verdes o cafés, miso, natto, salsa de soya tamari natural, tempeh, tofu
  • Para consumo ocasional: retoños de frijoles, frijoles negros, frijoles grandes del norte, judías, frijoles de lima, judías blancas, frijoles pintos, lentejas rojas, semillas de soya, guisantes majados

Pescados y Mariscos Frescos

  • Para consumo regular: platija, abadejo, mero, arenque, eperlano, lenguado, trucha
  • Para consumo ocasional: carpa, almeja, bacalao, pargo del Golfo, bacalao tierno, camarones, ostras
  • Para evitar: pez azul, caballa, salmón, pez espada, atún

Fruta Fresca y Seca

  • Para consumo ocasional: Frutas de clima templado
  • Para evitar: frutas y jugos tropicales

Bocadillos

  • Para consumo ocasional: almendras, castañas, palomitas de maíz hechas en casa, cacahuates, pacanas, semillas de calabaza, pasteles de arroz, semillas de ajonjolí, semillas de girasol, nueces
  • Para evitar: nueces de Brasil, castañas de cajú, avellana, nueces de macadamia, pistaches

Bebidas

  • Para consumo regular: amaske, té de bancha, té de cebada asada, té de arroz asado, agua de manantial o de pozo
  • Para consumo ocasional: té de diente de león, café de grano, té de kombu, té de mu
  • Para consumo menos frecuente: jugo o sidra de manzana, té verde de cebada, jugo de fruta (frutas de clima templado), té verde, cerveza fermentada naturalmente, sake, leche de semilla o nuez, jugo de verduras
  • Para evitar: alcohol, té negro, café, cervezas comerciales, café descafeinado, agua destilada, tés herbales, bebidas de jugo, agua municipal o de la llave, refrescos, vino

Otros componentes de una dieta macrobiótica

  • Cuando sea posible, los alimentos consumidos deberían ser orgánicos.
  • No se recomiendan suplementos de vitaminas y minerales.
  • Las comidas necesitan ser preparadas usando técnicas especiales de cocina; no se aconseja usar microondas o electricidad para cocinar.
  • Los alimentos que se permiten, en algún grado, dependerán del lugar donde vive y si usted tiene cáncer, cuál parte de su cuerpo está afectada.
  • La macrobiótica es un tipo de estilo holístico de vida; la dieta es un componente de este estilo de vida.

Algunos partidarios de la dieta macrobiótica afirman que puede ayudar a prevenir y curar el cáncer. Aunque no hay evidencia que sugiera que esta dieta puede curar el cáncer, su papel en la prevención del cáncer se está examinando actualmente.

Numerosos estudios han mostrado que adherirse a una estricta dieta macrobiótica puede dar como resultado deficiencias nutricionales, particularmente entre niños. Un estudio mostró que los adolescentes que fueron alimentados con una estricta dieta macrobiótica en la niñez temprana tuvieron menor densidad mineral ósea que quienes no lo hicieron. Otro estudio encontró que los bebés y los niños que empiezan a caminar, quienes fueron alimentados con una dieta macrobiótica tuvieron varias deficiencias nutrimentales que dieron como resultado crecimiento retardado, mal aprovechamiento de grasa y músculo, y desarrollo psicomotriz más lento.

Aunque algunas personas podrían cubrir sus necesidades nutricionales con una dieta macrobiótica planeada y seguida muy cuidadosamente, esto puede ser difícil de hacer. Las muchas preocupaciones de salud y nutrición con esta dieta incluyen un consumo inadecuado de proteínas, vitamina B12, y calcio , y también el potencial de deshidratación. Otra preocupación es el estrés excesivo (tanto para la persona que hace la dieta como para sus familias) de tratar de seguir una dieta macrobiótica.

Muchos principios de la dieta macrobiótica son bastante saludables, incluyendo el objetivo en los granos enteros, verduras, y frijoles, y la evasión de alimentos refinados y procesados. Sin embargo, esta dieta es innecesariamente estricta y limita muchos alimentos saludables. Si usted elige seguir esta dieta, considere relajar algunas de las indicaciones para permitir una dieta mejor balanceada. Una dieta macrobiótica estricta no la deberían seguir los bebés, niños, o mujeres que estén embarazadas o en lactancia.